
Pero tenía un amigo, un tipo velludo, que nadaba en el puerto conmigo y jugaba waterpolo para Montpensier. Así es como a veces la vida de una persona queda determinada. Montpensier jugaba a menudo en los jardines de Manoeuvre, aparentemente por ninguna razón especial. El césped tenía en su haber más porrazos que la canilla de un centro forward visitante del estadio de Alenda, Orán. Pronto aprendí que la pelota nunca viene hacia uno por donde uno espera que venga. Eso me ayudó mucho en la vida, sobre todo en las grandes ciudades, donde la gente no suele ser siempre lo que se dice derecha.
No sabía entonces que veinte años después, en las calles de París e incluso en Buenos Aires (sí, me ha sucedido) la palabra RUA mencionada por un amigo con el que tropecé, me haría saltar el corazón tan tontamente como fuera posible. Y ya que estoy confesando mis secretes, debo admitir que en París por ejemplo, voy a ver los partidos del Racing Club, al que convertí en mi favorito sólo porque usan las mismas camisas que el RUA, azul con rayas blancas. También debo decir que Racing tiene algunas de las mismas excentricidades que el RUA. Juega “científicamente”, pierde partidos que debería ganar. Parece que esto ahora ha cambiado (eso es lo que me escriben de Argel), cambiado –pero no mucho–. Después de todo, era por eso que quería tanto a mi equipo, no solo por la alegría de la victoria cuando estaba combinada con la fatiga que sigue al esfuerzo, sino también por el estúpido deseo de llorar en las noches luego de cada derrota.
No voy a seguir. Ya me excedí de mis límites. Y entonces, me pongo reblandecido. Hasta en "Sandía" veo bondad. Además, seamos sinceros, bien que esto era lo que habían enseñado. Y a esta altura, no quiero seguir bromeando. Porque, después de muchos años en que el mundo me ha permitido variadas experiencias, lo que más sé, a la larga, acerca de moral y de las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol, lo que aprendí con el RUA, no puede morir. Preservémoslo. Preservemos esta gran y digna imagen de nuestra juventud. También estará vigilándolos a ustedes
ALBERT CAMUS
Octubre 1996
La guerra del fútbol
En este segundo texto les dejamos a modo de introducción un texto de Galeano:
14 de julio de 1969...
San Salvador y Tegucigalpa...
Dos turbulentos partidos de fútbol disputan Honduras y El Salvador. Las ambulancias se llevan muertos y heridos de las tribunas, mientras los hinchas continúan en la calle las grescas del estadio.
En seguida rompen relaciones los dos países. En Tegucigalpa, los parabrisas de los autos lucen calcomanías que aconsejan: Hondureño: toma un leño, mata un salvadoreño. En San Salvador, los diarios exhortan al ejército a invadir Honduras para propinar una lección a esos bárbaros. Honduras expulsa a los campesinos salvadoreños, aunque muchos de ellos ni siquiera saben que son extranjeros y jamás han visto un documento de identidad. El gobierno de Honduras llama Reforma Agraria al desalojo de los salvadoreños, obligados a emigrar con lo puesto, y al incendio de sus ranchos. El gobierno de El Salvador considera espías a todos los hondureños que viven allí.
La guerra no demora en estallar. El ejército de El Salvador penetra en Honduras y avanza ametrallando las aldeas fronterizas.
San Salvador y Tegucigalpa.
La llamada «guerra del fútbol» tiene por enemigos a dos pedazos de América Central, jirones de la que fue, hace un siglo y medio, patria única.
Honduras, pequeño país agrario, está dominado por los latifundistas.
El Salvador, pequeño país agrario, está dominado por los latifundistas.
El pueblo campesino de Honduras no tiene tierra ni trabajo.
El pueblo campesino de El Salvador no tiene tierra ni trabajo.
En Honduras hay una dictadura militar nacida de un golpe de Estado.
En El Salvador hay una dictadura militar nacida de un golpe de Estado.
El general que gobierna Honduras ha sido formado en la Escuela de las Américas, en Panamá.
El general que gobierna El Salvador ha sido formado en la Escuela de las Américas, en Panamá.
De los Estados Unidos provienen las armas y los asesores del dictador de Honduras.
De los Estados Unidos provienen las armas y los asesores del dictador de El Salvador.
El dictador de Honduras acusa al dictador de El Salvador de ser un comunista a sueldo de Fidel Castro.
El dictador de El Salvador acusa al dictador de Honduras de ser un comunista a sueldo de Fidel Castro.
La guerra dura una semana. Mientras dura la guerra, el pueblo de Honduras cree que su enemigo es el pueblo de El Salvador y el pueblo de El Salvador cree que su enemigo es el pueblo de Honduras. Ambos pueblos dejan cuatro mil muertos en los campos de batalla.
Fragmento de "Memoria del Fuego" - E. Galeano.
La guerra del futbol
Latifundistas controlaban la mayor parte de la tierra cultivable en El Salvador. Esto resultó en la emigración constante de campesinos pobres a regiones de Honduras cercanas a la frontera con El Salvador. En 1969, Honduras decidió redistribuir la tierra a campesinos hondureños, para lo cual expulsaron a los campesinos salvadoreños que habían vivido ahí por generaciones. Esto generó una persecución de salvadoreños en Honduras y un "regreso" masivo de campesinos a El Salvador. Este alza en las tensiones fue aprovechada por los gobiernos de ambos países para orientar la atención de sus poblaciones hacia afuera, en vez de los conflictos políticos internos de cada país. Los medios de comunicación de ambos países jugaron un rol importante, alentando el odio entre hondureños y salvadoreños. Los conservadores en el poder en El Salvador, temían que más campesinos implicarían más presiones a redistribuir la tierra en El Salvador, razón por la cual decidieron intervenir militarmente en Honduras.
El 14 de julio de 1969, el ejército salvadoreño lanzó un ataque contra Honduras y obtuvo posiciones cercanas a la capital hondureña Tegucigalpa.
Al final de la guerra, los ejércitos de ambos países encontraron un pretexto para rearmarse y el Mercado Común Centroamericano quedó en ruinas. Bajo las reglas de dicho mercado, la economía salvadoreña (que era la más industrializada en Centroamérica), estaba ganando mucho terreno en relación a la economía hondureña.
Las dos naciones firmaron un tratado de paz el 30 de octubre de 1980 por el cual la disputa fronteriza se resolvería en
Resultados de los encuentros
el 6 de junio de 1969 - El Salvador-Honduras 0-1 (0-0 en el descanso)
el 15 de junio de 1969 - El Salvador-Honduras 3-0 (3-0)
Un desempate hacen juego el 27 de junio de 1969 - El Salvador-Honduras 3-2 (1-2 en el descanso, 2-2 en de jornada completa), jugado en México.
Consecuencias de la guerra
La muerte de aproximadamente 35.000 personas.
La finalización de esfuerzo de integración regional conocido como Mercado Común Centroamericano (MCE), diseñado por EEUU como una contraparte económica regional a los efectos de
El refuerzo del papel político de los militares en ambos países. En El Salvador, en las elecciones legislativas que siguieron, la mayoría de candidatos del Partido de Conciliación Nacional (PCN) de El Salvador, en esa fecha ejerciendo el gobierno, fueron extraídos de las filas militares, haciendo una enorme apología de su papel en el conflicto y por consiguiente resultando victoriosos en las elecciones de diputados y alcaldes de la época.
El agravamiento de la situación social en El Salvador, producto de las deportaciones desde Honduras, ya que el gobierno tuvo que facilitar a estas personas la reinserción económica que no se logró satisfacer adecuadamente. Aumenta la presión social que marca el antecedente de la guerra civil que vivirá el país centroamericano.
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