viernes, 23 de noviembre de 2007

Mauricio.










Evidentemente estamos ante una gestión interesante a nivel deportivo.

Las promesas fueron hechos (cosa que no sucede seguido a nivel político). Mayoría de jugadores de inferiores. Triunfos a mansalva. Renovación del estadio y llevar a Boca al lugar que merece. Lo más alto del fútbol mundial.

16 titulos, nacionales e internacionales. En 12 años, no es poco.

La mayoría de la mano de quien fue tal vez el mayor acierto de Macri, Carlos Bianchi (el mismo que supo ser casi el único en dejar mal parado al futuro Jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en aquella recordada conferencia de prensa). También hubo fracasos Lavolpe, Tabarez.

Ni hablar de los jugadores; en una época de carencia de ídolos y en la cuál los “históricos” no abundan, Boca consiguió que más de la mitad de los jugadores que vistieron su casaca sean “históricos” indiscutibles.

Hace falta nombrar a Martín Palermo, Jorge Bermúdez, Chicha Serna, Diego Cagna, Juan Román Riquelme, Guillermo Barros Schelotto. Y algunos hasta impensados como Roberto Abondanzieri, hoy arquero de la selección argentina.

La gestión de Mauricio Macri también llevo al Básquet de Boca Juniors a la gloria en repetidas ocasiones.

No es la intención enumerar los triunfos que todos recuerdan, ni los muchos jugadores que llegaron a la gloria en este Boca de Mauricio Macri. En este Boca Juniors que ya es una marca. Es una fábrica de merchandising, tal vez uno de los únicos clubes de Sudamérica (junto con alguno del Brasil) que logre tal recaudación. Casi un imperio.

Los logros deportivos son excesivos y así es la alegría del pueblo boquense (casi de la mitad mas uno del país).

Hoy que Mauricio Macri consiguió el primer objetivo político, deja al club siendo el mas ganador e importante de la actualidad.

Muchos podrán juzgar su carrera política, otros podrán juzgar su carrera en Boca. Lo importante a debatir es el método. El ¿cómo?

Cabría, entonces, preguntarle a los fanáticos del club de la Ribera, si los logros deportivos obtenidos por la institución, valen más que cualquier método para conseguirlos. Si la respuesta es afirmativa, estaríamos, entonces, frente a la tesis de Maquiavelo que sostenía que “El fin justifica los medios”.

Si hay algo indiscutible de la era Macri, es la cantidad y la envergadura de los títulos obtenidos; pero es igualmente indiscutible que convirtió a Boca Juniors en una empresa similar a cualquiera de las que puede pertenecer al grupo económico de su padre. Algunos dirán que no es malo que esto suceda; otros, en cambio, sostendrán que el espíritu deportivo y social que implica un club, fue totalmente avasallado.

También sería interesante, plantearse cómo y porqué Mauricio Macri llegó a la presidencia del Club Atlético Boca Juniors. Pareciera ser que un capricho personal, y una abultada cuenta bancaria, lo depositaron en el primer sillón del club de fútbol más poderoso de la Argentina. No sólo el club más ganador de los últimos tiempos, sino el más poderoso. Y allí reside la diferencia sustancial.

Mauricio se fue de Boca. Con una fiesta totalmente coherente con lo que fue su gestión en el club más popular del país. Quedarán resonando en algunas mentes menos dóciles, palabras como: empresa, club, títulos, merchandising, popular, poder.




Evangelina Diaz Quijano – Federico J. Aiub

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