lunes, 12 de noviembre de 2007

Nalbandian.


"David perdió la chance de apuntarle al número 1", dijo en marzo de 2007 un tal Federer. Con precisión suiza. Y no era para menos su apreciación. El Cordobés caía ante el finlandés Jarko Nieminen en el Masters Series de Miami y por primera vez en 4 años salía del top Ten

Acá es donde me pregunte porque pasaba esto. Por que con tantas condiciones, con tanto juego y con tanta cabeza no podía llegar a una final de un torneo importante. ¿Si en la Copa Davis se transforma, porque no lo puede llevar al circuito ATP?

Y hay miles de explicaciones. El Fernet es tentador para todos y es lógico que le guste. Pero saliendo de este simple chiste, Nalbandián tiene dos caras. La que muestra cuando le gana a Roger Federer dos veces en 2 semanas o la que pierde con Wawrinka en primera ronda de un torneo.

Y en las explicaciones una amiga me dice. “No le importa el tenis, el juega para juntar plata, sabe que si se pone las pilas llega a donde quiere”

Pero ahí esta el tema, y eso es lo que mas branca genera. Perdón. Bronca. Sigo con el Fernet

En un país escaso de ídolos contemporáneos, David surge en el tenis como un jugador completísimo.

Es un placer verlo desplegar ese revés a dos manos paralelo. O esos ángulos increíbles que provocan que el rival quede fuera de la cancha. El smash, el drop shot. Y porque no, su drive.

Pero David se debía un final de año como este, nos debía mejor dicho, a los amantes del tenis, un final así. No quería quedarme en sus buenas actuaciones. Como todo exitista, le pedía títulos. Al fin y al cabo es lo que a uno le da poder y principalmente la confianza que tenia perdida. La que hoy dice: “Le puedo ganar a cualquiera”

Lejos, muy lejos en el pasado había quedado le final de Wimbledon que perdió con Lewton Hewitt allá por el 2002. De ahí en adelante, solo una semifinal en Australia contra Bagdathis y la final del Masters de Shangai, un torneo devaluado por lesiones y ausencias que se adjudico ante el gran Roger Federer

Pero la derrota con Nieminem provocó un quiebre. David termino de perder la confianza en su juego. Esa confianza que venia en decadencia hacia ya un par de meses

Si volvemos el tiempo para atrás, el año lo arrancó en Chennai, India. Perdió en la primera rueda contra el dinamarqués Kristian Pless. Sin descanso ni pretemporada, llegó fusilado al Abierto de Australia, donde defendía los puntos de aquella semifinal perdida de manera increíble ante el querible chipriota Baghdatis. Con oficio, levantó dos partidos casi perdidos ante el serbio Tipsarevic y el francés Grosjean, pero en la cuarta rueda debió rendirse ante Tommy Hass.


Pos Australia, terminó su vínculo con Luis Barrionuevo, el preparador físico que en noviembre de 2006 había pronunciado palabras premonitorias: "Se debe un Grand Slam o un Masters Series". Sin entrenador, ni PF, su grupo de trabajo se limitaba a su hermano Diego y al fisioterapeuta Diego Rodríguez. Renunció a jugar la primera serie de Davis ante Austria en febrero.

En Indian Wells, cayó en cuarta rueda. En Miami, donde defendía otra semifinal, se fue en tercera.

En la Copa Telmex de Buenos Aires, perdió ante Willy Cañas y Lucho Horna.
Eran todas derrotas y la caída parecía no detenerse


David ya no figuraba entre los legionarios Premium del circuito. Y en ese contexto, Federer se animó a hablar de la oportunidad perdida. Tenía razón. Tras la victoria en Shanghai 2005, había hecho un excelente primer semestre de 2006 con semifinales en Australia, Miami, Roma y Roland Garros. Claramente, era el tercero en discordia, detrás de Rogelio y de Rafa Nadal. Pero no pudo traducir su gran momento en títulos importantes.

Su temporada europea de canchas lentas modelo 07 empezó en Montecarlo: abandonó ante el alemán Kohlschreiber en segunda rueda. Mejoró en Barcelona, pero su amigo David Ferrer, lo eliminó en cuartos.

Después de Barcelona, decidió parar durante un mes. Su cuerpo ya le pasaba facturas. Es imposible jugar en el alto nivel sin descanso ni pretemporada. El menú de problemas físicos le ofrecía dolores en la zona abdominal y una tendinitis crónica en su rodilla izquierda. Llegó con lo justo para Roland Garros, donde defendía otra semifinal. En la cuarta rueda, lo agarró Nikolai "Apuesta Segura" Davydenko y lo liquidó en cuatro sets

Sobre césped, Halle y Wimbledon (finalista en 2002) pasaron demasiado rápido.

Pero en julio tomó una decisión que cambiaría drástica y positivamente el curso de un año que parecía perdido.

Contrató a un entrenador después de 16 meses (el último había sido Pancho Mastelli). Eligió a Martín Jaite. No se trató de una apuesta. Fue toda una inversión, que incluyó un vínculo por dos años y la incorporación de Fernando Cao como preparador físico.

Con la ayuda de Jaite, corrigió algunos detalles como la tirada de la pelota en el saque y las variantes en su drive. No es casual que haya quebrado su propio record de aces (18) ante Ferrer en los cuartos de París. Ya tenía una de las mejores devoluciones del mundo. Ahora también hace daño con su servicio. Sin embargo, el cambio más importante pasa por el sentido de pertenencia a un equipo. Nalbandian sabe que se ha rodeado de personas idóneas y competentes en las que puede confiar.

Jaite y Nalbandian comparten la certeza de que el tenis no es todo en sus vidas. Es un entendimiento clave para la relación entre coach y jugador. Y tras la floja temporada norteamericana de cemento, el l Masters de Madrid y el de Paris, nos mostraron la mejor cara de Nalbandian.

Nos solo venció a Gasquet, Djokovic, Nadal, Federer, Ferrer, sino que demostró todo su repertorio, los venció con mucha tranquilidad y autoridad, jugando todos esos partidos a gran nivel y en algunos casos aplastando a sus rivales, dejándolos así de chiquititos, como la final de Paris ante el número 2 del mundo Rafael Nadal

Estos últimos triunfos en dos Masters muy importantes, lo depositan como primer suplente de los 8 clasificados al Torneo de Maestros y con grandes posibilidades si se confirma la ausencia de Andy Roodick.

No se si será en Shanghai, pero pongámosle fichas a David para el 2008. Que aproveche diciembre y parte de enero para el Rally de Córdoba, para el cuarteto y el fernet. Porque lo necesitamos con todo para la Davis y para un gran 2008.

Estimado Roger, no sé si usted lo provocó con su mensaje, pero cuidado: en 2008 David vuelve a apuntarle al número uno.


Martin Gallo.

1 comentario:

Marco dijo...

David demostró que es de los mejores del mundo. Ahora nunca creí que no llegara a número por ser un petardo sino todo lo contrario. Petardea cuando sabe que no llega.

Abrazo!