martes, 29 de abril de 2008

Cholo.



Garra, corazón, sangre, lucha, todos estos condimentos lo hicieron distinto.

Nació el 28 de Abril de 1970 en una Clinica de la Capital Federal. Desde muy chico y de la mano de su padre, todos los domingos, se lo dedicaba al club de sus amores. En la popular local del Racing Club de Avellaneda, Diego alentaba durante los 90 minutos sin parar y siempre tuvo el sueño de defender esos colores.

Por esas cosas que tiene el Futbol, inició su carrera en las inferiores de Velez Sarfield y el 13 de Septiembre de 1987, debutó con la albiazul, en La Plata ante Gimnasia. El comienzo no fue el esperado. Vélez cayó por 2 a 1, pero el comenzó a mostrar los dotes que lo destacaron durante toda su carrera. Su tenacidad y permanente entrega fueron dos rasgos que lo hicieron ser diferente al resto.

En esa época y en su puesto, había jugadores de muy buen pie como Claudio Marangoni, pero él, a base de la fuerza y las ganas se fue consolidando en la primera y fue cambiando la imagen del Futbol lindo que mostraban algunos clubes de la época por el “Huevo, Huevo” que le recitaba todos los domingos la hinchada Velezana.

En la entidad de Liniers jugó 82 partidos y marcó 14 goles. Arrancaba de 8, con un ida y vuelta impresionante, pero cuando el equipo quería aguantar el resultado, él, solito se metía en el centro de la cancha y cerraba los caminos del rival. Desde chico ya tenía voz de mando.

Su impecable tarea en Vélez, provocó el llamado del entrenador de la selección Argentina de Futbol, Carlos Bilardo, y Diego cumplió uno de sus sueños. El otro llegaría casi 20 años mas tarde.

Su debut representando al país se produjo el 14 de julio de 1988 frente a Australia (1-4). El traspié fue anecdótico: ese día nació el un romance entre el Cholo y la Celeste y Blanca, que se extendió durante 14 años. En la Selección disputó 106 partidos (ganó 59, perdió 21 y empató 26). Actuó en 3 Mundiales: Estados Unidos 1994, Francia 1998 y Corea-Japón 2002. Fue campeón de las Copas Américas de 1991 y 1993, la Copa Artemio Franchi en 1993, la Copa Rey Fahd y Kirin en 1992.
Su último encuentro con la camiseta Argentina fue el 7 de junio del 2002, cuando la Argentina cayó por 1 a 0 frente a Inglaterra en el Mundial del 2002.

Pero Diego hizo prácticamente toda su carrera en Europa.

A base de buenos rendimientos, en el año 1990, el Pisa de Italia (Hoy en tercera división) puso los ojos en el y se lo llevó. En el club Italiano disputó 62 partidos y metió 4 goles. Estuvo en el equipo hasta el año 1992, momento en el cual, el Sevilla de España hizo una jugosa oferta por el y compró su pase.

Su carrera en Europa recien comenzaba, Diego tenia solo 22 años y ya llevaba 5 en el continente Europeo y en la selección nacional. A esa altura era un consagrado. Ya había dado su primer vuelta Olímpica en la Copa América de 1991.

En el Sevilla disputó 64 partidos y metió 12 goles. En ese equipo se dió el gusto de ser dirigido por Carlos Bilardo y el placer de jugar al lado del mejor de todos; Diego Armando Maradona.

La campaña en Sevilla no fue del todo buena pero los rasgos del “Cholo” (en homenaje a un apodo que le puso un amigo del padre que jugó en Boca y Velez) lo destacaron en esa temporada y a principios de 1994, pasó al Atlético de Madrid.

El equipo dirigido con Radomir Antic, tenia grandes figuras en su plantilla como Kiko y Santi entre otros y cansado de los títulos de su archirrival, el Real Madrid, Jesús Gil y Gil, polémico presidente en ese momento, decidió romper el mercado y buscar a ese 5 del que todos hablaban.

En el equipo "colchonero" vivió uno de los momentos de mayor gloria de su carrera profesional: en la temporada 95/96 consiguió la doble corona, la Liga y la Copa del Rey. Jugo un total de 146 partidos y metió 47 goles.

Se transformó en el máximo referente de la hinchada del “Aleti” y hasta el dia de hoy, es ovacionado cada vez que pisa el Vicente Calderón.

En 1997 volvió a Italia: pasó al poderoso Inter de Milán, donde poco a poco se afianzó como titular. En 1999 lo contrató la Lazio; allí jugó en un excelente nivel y como diría la tribuna, se "cansó" de ganar títulos campeón de la Liga (1999/2000), de la Copa Italia 1999-2000, de la Supercopa Europea 1999, y de la Supercopa Italiana 2000.
Con la gloria a cuestas, cargado de laureles y de fama, en 2003 regresó al Atlético de Madrid, una segunda vuelta a su hogar. Como no podía ser de otra manera lo recibieron como un ídolo. En esta etapa no siempre fue titular; pero la adoración con los hinchas no sufrió merma alguna. El cariño mutuo no se alteró. Y fue justo que así ocurriera, porque se cimentó en base a lo que los futboleros del tablón siempre van a reconocer: entrega absoluta, honradez a carta cabal.
Con una vida futbolística colmada de buenos recuerdos y grandes actuaciones, a Simeone sólo le quedaba una cuenta pendiente: vestir la camiseta de Racing Club. En el 2005 se incorporó a la Academia, donde sin haber jugado ni un partido ya era ídolo. Lo ayudaron una historia inmaculada y la presentación del carné de socio que guardaba desde su más tierna niñez.
El vértigo, ese mismo que lo identificaba en su paso como jugador, no lo abandonó.

Un viernes a la noche, Racing caía con Estudiantes en cancha de Quilmes y la situación era crítica, se venia el clásico con Independiente en el estadio de la “Academia” que estaba acosado con la promoción.

Quiroz renunciaba ese mismo dia y Racing se quedaba sin técnico. El amor de Cholo por su Academia hizo que abandonara la práctica activa del fútbol, sin etapas, paréntesis, ni descanso. De manera sorpresiva e impensada se hizo cargo de un fierro caliente. Porque el amor puede mas.

Cruzó la raya de cal y se asumió como Director Técnico. El debut ni fue el ideal. Un tal Sergio Agüero dio una clase magnifica de futbol ese Domingo con el que Independiente venció claramente a Racing 2-0. El presente era negro y el futuro aun peor, pero Cholo no defraudó. Con un equipo armado sobre la base de muchos chicos de las inferiores, sacó a la institución de una situación angustiante. Eso ocurrió a mediados de 2006. Después de 3 derrotas consecutivas, hilvano una racha de 6 victorias al hilo y lo sacó de la promoción.

Cuando el hincha le agradecía de por vida el gesto, hubo una persona que decidió sacarlo del cargo.

De Tomasso se había hecho cargo de Blanquiceleste S.A en lugar de Fernando Marin y con el afán de conseguir la tranquilidad de sus hinchas, echó a Simeone y trajo al técnico que lo sacó campeón luego de 35 años.

El le dió todo si amor y compromiso al club, pero la realidad es que lo echaron como a un perro.

No tuvo que esperar mucho tiempo para volver a dirigir. Estudiantes de La Plata lo llamó para ser el entrenador luego de dos muy buenas campañas y una base armada por Merlo y Burruchaga.

Se debut como técnico tampoco fue el mejor. Agarró al equipo en el partido de vuelta con San Pablo en Brasil por la Copa Libertadores. En la ida el pincha había ganado 1-0 con un gol agónico de Alayes. En el Morumbi, Estudiantes jugó un partidazo, pero cayó 1-0 y perdió por penales. Mas allá del resultado, esa noche, se vio otro equipo, se vio la mano del joven entrenador.

En el primer certamen que lo dirigió, llevó al club a obtener un torneo local (el Apertura 2006), luego de 23 años de sequía. El torneo adquirió ribetes dramáticos, dado que se definió en un partido desempate con Boca Juniors que faltando 2 fechas llevaba 6 puntos de ventaja. Pero por entonces, el equipo de La Volpe cayó en Córdoba y en La Boca ante Lanus y se tuvo que jugar un partido desempate.

En cancha de Vélez, el "Pincha" venció 2-1 y logró lo que parecía imposible, puesto que Estudiantes peleó el certamen siempre desde abajo.

No solo el campeonato quedara en la memoria de los hinchas, sino que tan valioso como el titulo fue el 7-0 en el clásico ante gimnasia.

Sin embargo, y pese a los logros obtenidos con el equipo platense, Simeone no se fue bien del club. Durante la ultima parte de 2007 coqueteo con una propuesta de River y le impuso a los dirigentes de Estudiantes cosas prácticamente imposibles como la renovación del préstamo de Sebastián Domínguez y la incorporación de 4 jugadores de renombre, algo imposible para la economía pincharrata.

En diciembre de 2007 firmó con River Plate, que buscó en el "Cholo", un hombre capaz de levantar futbolísticamente al equipo, sumergido en una insólita crisis deportiva.
Hoy por hoy, River esta puntero en el torneo local y clasificado para los 8vos de final de la Copa Libertadores. Y la gente le recrimina que no juega lindo.

Y claro, si el siempre, durante toda su vida fue: Garra, corazón, sangre y lucha.


1 comentario:

Pablo Provitilo dijo...

Muy buena semblanza.
El Cholo, si saca al River de Aguilar del infierno, habrá dado un paso decisivo en su auspiciosa carrera cono entenador.

abrazo y muy originales los títulos de la fecha.