SU APORTE A LAS NACIONES UNIDAS
Zidane fue nombrado embajador de buena voluntad en 2001, con la misión de movilizar a los ciudadanos del mundo entero a favor de la lucha contra la pobreza. Junto a Ronaldo, estrella brasileña del fútbol y antiguo compañero de Zidane en el Real Madrid, lanzó la iniciativa del PNUD “Equipos para acabar con la pobreza” y ha participado amablemente en anuncios de prensa y televisivos para promover los Objetivos del Milenio para el desarrollo (OMD). El propósito de estos objetivos, -que fueron aceptados en 2000 por 191 Jefes de Estado y de Gobierno-, es reducir la pobreza a la mitad para el año 2015, luchando especialmente contra el hambre, las enfermedades, el analfabetismo, y la discriminación contra la mujer. Desde 2003, Zidane promueve junto a Ronaldo la iniciativa “Partido contra la pobreza”, un acontecimiento anual que reúne los astros del fútbol mundial y permite recaudar importantes sumas destinadas a luchar contra la pobreza en todos los continentes. Hasta la fecha, se han recaudado más de dos millones de dólares que permitirán financiar 25 proyectos en 24 países de África, Asia, y América Latina.
Zizou, aprovecha su mayor tiempo libre, luego de haberse retirado del fútbol para visitar con mayor frecuencia los países, sobre todo del África, en los cuales las Naciones Unidas, tiene varios proyectos. Pero, además, sus padres son argelinos y eso es algo que no escapa a su persona. Zidane ha adoptado la religión musulmana para sí mismo, y concuerda con algunas de las peticiones libertarias que, aún hoy, luego de conseguida la independencia del país galo en 1962 tras la famosa y cruenta Guerra de Argelia, sigue reclamando la república ubicada en el Magreb (el poniente, la parte más occidental del África)
ZIZOU Y ZANETTI
Hace unos años Zanetti participó en un partido organizado por
Un allegado a Zanetti, lateral volante del Inter, comentó que hace unos años el propio Zinedine Zidane escuchó lo que Zanetti le decía a sus compañeros argentinos (Juan Sebastián Verón, Diego Simeone entre otros) sobre las razones de “sacar los chicos de la calle”.
Se jugaba un amistoso en el Santiago Bernabeu entre famosos y a beneficio de UNICEF. Al final, de vuelta en los vestuarios, Zanetti encontró en el interior de su bolso (de parte de Zidane) un fajo de 10 mil dólares y una nota “Te felicito por lo que hacés por los chicos de tu país”.
EL HEREDERO
Zinedine Zidane se retiró del fútbol con la camiseta del Real Madrid en 2006. Un paso elegante y exitoso por el deporte más atrayente del mundo. Y ahí donde dejó su padre, retomó Enzo, su hijo, que lleva ese nombre en honor al ídolo del padre.
El hijo del crack francés juega al fútbol, como no podía ser de otra manera. Lo lleva en los genes. Tiene 12 años y juega en el Alevín A, un equipo cadete, juvenil del Real Madrid. El primer paso en la cantera, como le llaman los españoles a las divisiones inferiores. Y en semana santa alzó su primer trofeo como futbolista. Fue por
“Es un niño que hace desparpajos con la pelota. Va para adelante. Tiene buen juego y usa las dos piernas al igual que su padre”, dice Tomás GUasch director del diario AS. El mismo insiste que “en el Madrid lo cuidan mucho, es uno de los niños que más deslumbra. Yo diría que no tiene madre, es hijo de Zidane y de Francescoli”.
¿Características de Enzo? Lo definen como un jugador completo. Es un mediocampista que no tiene problemas de perfil, de amplio despliegue y unas condiciones físicas envidiables para un chico de su edad. Muchos dicen que tiene el estilo del padre. Buen control de balón, habilidad, lujos, voz de mando y juego aéreo. Una promesa.
Enzo llega el nombre de Francescoli, ídolo supremo de su padre. Lleva la sangre y el apellido de un campeón del mundo. Un pequeño futbolista que esconde un futuro enorme. Y heredó el tesoro más preciado de la familia: la habilidad, la elegancia y la pasión por el juego.
Zidane tiene un buen lejos y un buen cerca pero es cierto que, para medir mejor su inteligencia, conviene seguirlo cuando la televisión ya no lo mira. Siempre está buscando el lugar que incomode la marca, sorprendiendo por la espalda y arrancando en el momento justo para mostrarse. Darle la pelota a él es como meterlo en una caja fuerte. Si está de espaldas, controla y gira en un solo movimientos. Disfrutemos, Zidane ya tiene el balón en sus pies. Lo esconde con habilidad, lo toca con la punta de pie, lo pisa, lo trae, lo vuelve a mostrar. Y lo defiende con su cuerpo ancho y potente de falso lento. Mientras tanto, espía la salida de la jugada con una visión periférica escandalosa, como si viera el partido desde la segunda bandeja. Cuando atrajo a suficientes rivales, toca el balón hacia donde corresponde. Otra hipótesis es que nos haga creer que lo va a controlar y, de primera, conecte con la velocidad y con el pensamiento de un delantero que se supo mover en profundidad. Glorioso intermediario entre los mediocampistas defensivos y los delanteros; entre el juego y el gol. SI nos obligaran a meter a Zidane dentro de una palabra, ésta sería, sin dudas: inteligencia. Cuando el fútbol entre en una fase de confusión definitiva hay que acordarse de que la caja negra del juego la tiene guardada Zidane. Ahí dentro, está todo.
Jorge Valdano. El Miedo Escénico y otras hierbas.