lunes, 28 de enero de 2008

Hugo Sanchez Especial.



Para mí eres todo

eres el amor de mi vida

lo nuestro fue amor a primera vista.

Tú eres mi bandera convertida en camiseta.

Tú me enseñasate que en el fútbol

no hay diferenias de color ni de piel,

que tampoco hay edades ni tallas,

y que no importa donde hayan nacido

si te quieren como yo.

Por el cobijo que nos has dado

te presumo donde esté

y me siento orgulloso de ti.


Hugo Sánchez.




Sus Comienzos

Entre México y Estados Unidos

Hugo Sánchez Marquez; El niño de oro, Hugol, Ego Sánchez, Pentapichichi, Macho; nació en México D.F., el 11-7-1958. Es hijo de Héctor Sánchez, ex- futbolista de los equipos mexicanos Asturias y Atlante. A la edad de 14 años ya se encontraba en la selección olímpica mexicana y se consiguió la Copa CONCACAF. En 1976 ficha por las divisiones inferiores de la UNAM y ese mismo año consigue con el equipo el Campeonato de Liga, primero en la historia de los Pumas.

Estudió en la Preparatoria 7 y en la Facultad de Odontología de la UNAM. Si, Hugo Sanchez es odontólogo.

Dijimos que llevo a cabo sus estudios en la UNAM, la UNAM es la Universidad Nacional Autónoma de Mexico, insitución que forma a miles de mexicanos día a día y que ha sido el lugar donde se han generado muchas revueltas históricas que han cambiado el curso político del país. Hugo Sanchez es un ferviente amante de esa institución

En 1978 consigue acabar como máximo goleador del campeonato mexicano, con 26 tantos, hecho que repetiría varias veces en la Liga Española.

En 1979, juega durante el verano en EEUU, con los San Diego Sockers, pero no cuaja en el equipo norteamericano y vuelve a la UNAM. En 1980-81 consigue otra Liga, además de la Copa CONCACAF de clubes y la Copa Inter América, ésta última ante Nacional de Montevideo. Tras cinco temporadas en la UNAM, y con 99 goles conseguidos, decide enrolarse en la liga española.

Tal vez por venir de un país cuyos jugadores no acostumbran a recurrir al extranjero (la liga mexicana de fútbol es una de las que mejor paga en el mundo), lo cierto es que pocos creían en las dotes de goleador de Hugo Sánchez Márquez. Tanto adentro como afuera de su México lindo y querido.

Mi Madrid querido: Empezó siendo Atlético, para terminar siendo Real

Su primer equipo español fue el Atlético de Madrid, en 1981 y en el que tres años más tarde consigue triunfar, 1984-1985, conquistando la Copa del Rey, el subcampeonato de Liga y acabando como Pichichi, con 19 tantos. Ese verano, tras una dura polémica y la famosa anécdota de Vicente Calderón, presidente del Atlético, que comentó al presidente madridista, Ramón Mendoza, que: "si te lo llevas, mis socios me tiran al río". Al final, con el presidente de la UNAM como intermediario, el Atlético vende a Hugo al equipo mexicano y éste a su vez lo revendía al Real Madrid por 220 millones. Ramón Mendoza conseguía así su objetivo, incorporar a Hugo Sánchez a la disciplina madridista, donde se dio a conocer a todo el mundo y fue la mejor etapa de su carrera. Lidera la famosa Quinta de los Machos, designada así por él a la tropa de fichajes realizados por el presidente madridista esa temporada: Hugo Sánchez, Antonio Maceda y Rafael Gordillo.

Conquistó 5 Ligas consecutivas (1985-86, 86-87, 87-88, 88-89, 89-90), 1 Copa del Rey (1989), 1 Copa de la UEFA en 1986, y cuatro Pichichis.

El Pichichi, un trofeo casi reservado para Hugo

En las tres primeras temporadas con el Real Madrid (1985-88) logró el trofeo "Pichichi", así como la temporada 1989-90. Fue precisamente en esta temporada cuando Hugo igualó el récord de goles en la Liga al que lograra Zarra del Athletic en la temporada 1950-51, con 38 tantos. Así pues, los 5 "Pichichis" de Hugo Sánchez (Atlético de Madrid 1 y Real Madrid 4) iguala a los míticos DiStéfano (Real Madrid 5) y Quini (Sporting 3 y Barcelona 2), y sólo es superado por los 6 trofeos de Zarra (Athletic 6). Además es el único jugador de la historia de la Liga que ha ganado el "Pichichi" 4 veces consecutivas. Así pues, las 5 Ligas consecutivas que logró el Real Madrid han sido en gran medida gracias a los 22,34,29,27 y 38 goles que el "manito" logró respectivamente. Fue además Bota de Oro en 1990, trofeo que se otorga al mayor goleador de Europa.

En sus siete temporadas como jugador del Real Madrid, marcó 251 goles.

Para muchos aficionados, compañeros, periodistas o directivos, Hugo Sánchez ha sido el delantero más rentable tras Alfredo Di Stéfano, que también fue máximo goleador por cinco veces, al igual que otro madridista ilustre, Ferenc Puskas.

Y la luz se le apagó: Llegaron las lesiones

La estrella de Hugo Sánchez, que le había protegido de lesiones o contratiempos que le impidieran vestirse cada domingo la camiseta del Real Madrid, se fue apagando. Recién comenzada la campaña 1990/91, sufrió una lesión muscular que le tuvo alejado de los terrenos de juego durante varias jornadas. Luego, en el transcurso de la misma, se le reprodujo la lesión, con lo que el mexicano jugó en dicha temporada sólo un total de 15 partidos completos con un balance de 12 goles, registros muy alejados de los que el venía manejando en campañas anteriores, pero con alta dosis de efectividad.

La última lesión, producida en abril de 1991 le obligó a permanecer alejado de los terrenos de juego cerca de un año.

Hugo no reapareció hasta bien entrada la temporada 1991/92, concretamente hasta el 8 de enero del 92. Sin embargo, esta campaña fue corta para el mexicano al que el Club le abría expediente disciplinario el 21 de abril. Setenta días de empleo y sueldo y una multa de un millón de pesetas tras negarse a acudir a una convocatoria y después de realizar unas fuertes declaraciones. Jugador y Club mantienen distintas conversaciones y el 7 de mayo Hugo Sánchez deja de formar parte de la plantilla madridista tras llegarse a un acuerdo. Pendiente quedaba un partido de homenaje que tuvo lugar el 27 de mayo de 1997.

Fin en el Madrid pero no en el fútbol de alto nivel

Las temporada 1991-92 fue la última para Hugo en el Madrid. Tuvo problemas con las lesiones, algo que era nuevo para él, y eso unido a sus 33 años hicieron que se perdiera la confianza en él. Ese hubiese sido el final futbolístico para cualquier jugador, pero no para Hugo, que se repuso de las dificultades y siguió jugando al fútbol, en el América de México. La temporada 1993-94 jugó en el equipo madrileño del Rayo Vallecano, y logró marcar 16 goles, una cifra muy alta si consideramos que el equipo de Vallecas era de los más modestos de la primera división española. La temporada 1994-95 la jugó en el Atlante de México, la 1995-96 en el Linz (de Austria), en 1996 en el Dallas Burn (USA) y la temporada 1996-97 con el Atlético de Celaya de México, con sus amigos Butragueño y Míchel.

Ese mismo año, anuncia su retirada de los terrenos de juego tras haber disputado media campaña en el Atlético Celaya.

La afición madridista le tributó un merecido homenaje, ante el Paris St Germain, en el que además anotó 4 goles.

España y Madrid en el corazón de un mexicano

Hugo es un jugador amado y admirado en su país, México. Para algunos no es sólo el mejor jugador mexicano de todos los tiempos, sino el mejor mexicano que ha existido en la historia de ese país. El es consciente de ello y se siente orgulloso. También España y Madrid tienen un trocito reservado en el corazón de Hugo. No en vano ha jugado en los tres clubes madrileños de primera división: El Atlético de Madrid, el Real Madrid y el Rayo Vallecano. Hugo ha jugado en muchos equipos pero es el Real Madrid el club de sus amores, en el que más tiempo a militado, en el que más goles ha marcado, en el que más títulos ha conseguido y en el que se ha consagrado como un mito.



Partidos homenajes

El 29 de mayo de 1997 se disputó en el estadio Santiago Bernabéu el partido homenaje de despedida a Hugo Sánchez, que se disputaba contra el París St. Germain. En el minuto 85 entró García Calvo para sustituir a Hugo Sánchez, para así dar por terminada la carrera del mejor jugador mexicano de todos los tiempos. El público fue un clamor. Un año después se despidió de la afición mexicana en el estadio Azteca. Fue alineado en un partido que disputaban México y Paraguay, y en cuanto se puso el balón en juego lo cogió con las manos, lo besó y en medio de aplausos puso fin a su carrera con la selección de México, en la que jugó 75 partidos y marcó 46 goles. Luego en rueda de prensa declaró: "Mi despedida fue simbólica. Era lo más conveniente porque quería que la gente se quedara con la imagen de la despedida que tuve con el Real Madrid el 29 de mayo de 1997. Tampoco quería entorpecer el trabajo de la selección mexicana. Se puede decir que simplemente alineé, porque no jugué. De todas formas el momento resultó inolvidable".impuso al parisino por 4 a 1, y Hugo logró marcar 3 goles (ninguno de penalti). Con el mexicano jugaron también Míchel, Butragueño, Gordillo y Martín Vázquez que quisieron colaborar en el merecido

Disputó, además, tres Mundiales con la selección de México: el de Argentina en 1978, en el que la selección azteca no tuvo demasiada suerte (tres derrotas y Hugo no consiguió marcar ningún gol), el de México en 1986, en el que llegó a cuartos de final y el de Estados Unidos en 1994. Hugo destacó siempre por su extraordinaria agilidad, sus desmarques, su gran capacidad rematadora, especialmente con la pierna izquierda, y sus acrobacias, tanto en los remates (llegó a ejecutar la chilena con una maestría pocas veces vista) como en la celebración de los goles. Polémico en la cancha, tuvo siempre una corrección impecable fuera de la misma. Ha sido, sin duda, el futbolista mexicano de mayor fama internacional.

La mirada Madridista: “Hugo, un goleador legendario”

Pensar en Hugo Sánchez es pensar en el gol, lo que llaman la "salsa del fútbol". Pocas veces un jugador había sido tan temido en el área, porque todo balón que se acercaba a portería tenía muchas posibilidades de ser gol si Hugo estaba cerca. Ya fuera de cabeza, con la pierna, con el muslo o de tijereta, Hugo siempre que tenía un balón favorable no lo desaprovechaba. De ahí su apodo de HuGol.

La famosa “Cabriola” o “media tijera” y sus habilidades

En 1976, participó en los Juegos Olímpicos de Montreal 76, en los que coincidió con su hermana, gimnasta, de quien aprendió la famosa voltereta que finalizaba la celebración de sus goles, como ha comentado en repetidas ocasiones. Con la selección mexicana debutó en octubre de 1977, ganando el torneo de la CONCACAF, esta vez absoluto.

Hugo destacó siempre por ser un delantero centro, un rematador en estado puro, tanto de cabeza como de chilena o con la pierna izquierda, siempre dispuesto a culminar la jugada en gol. Muy ágil, de hábiles desmarques. Dueño del área y terror de guardametas, no le amedentraba el tirar a puerta, y lo hacía con extraordinaria elasticidad, consiguiendo goles bellísimos. Polémico en el campo, fue siempre un caballero fuera del mismo. Sin duda, el futbolista mexicano de mayor fama internacional.

Gol y voltereta, imagen imborrable

La imagen de Hugo Sánchez marcando y celebrando el gol con una voltereta acrobática, culminada con los pies firmes y los puños en alto, no se podrá borrar jamás de las retinas de los aficionados que cada domingo asistían al Bernabéu para ver sus goles. La sociedad formada por Míchel, Butragueño y Hugo fue memorable, y los tres recalaron en el Atlético de Celaya tras finalizar sus andaduras en el Madrid para rememorar esos tiempos. Hugo era un buen lanzador de faltas y así metió muchos goles, casi todos ellos superando la barrera y alojando el balón donde más le costaba llegar al portero. Fue también un experto en el lanzamiento de penaltis, anotando la inmensa mayoría de los que lanzaba. Muy raro era verle fallar alguno. También muy famosas eran sus boleas y sus chilenas. En definitiva, era un rematador nato, un goleador, un 9 de los que ya no hay. En el fútbol actual que tanto escasean los delanteros centro y que las cifras del mercado son elevadísimas, Hugo sería un jugador de los más caros del mundo sin duda.

La pelea Con La Volpe


En 2002 quedó vacante el puesto de director técnico de la selección nacional y entre los nombres que circularon para ocupar el puesto figuraron los del mexicano Hugo Sánchez Márquez y el argentino Ricardo Antonio Lavolpe, lo cual atizó una de las rivalidades más añejas y encendidas del futbol nacional, nacida hace 25 años, cuando Sánchez era delantero de los Pumas y Lavolpe portero del Atlante. A la postre, el argentino fue elegido como entrenador del "Tri" y desde entonces se recrudeció la guerra verbal entre ambos.

La enemistad empezó durante la temporada 1979-1980 del campeonato mexicano de futbol de 1a división: lo que pintaba como un simple partido entre Atlante y Pumas se convirtió en un encuentro polémico cuando, días antes del juego, Lavolpe y Sánchez se liaron en un duelo de declaraciones: --Hugo es un cirquero, una vedette que busca goles espectaculares para la foto; pero a mí no me podrá anotar --declaró el portero argentino.

Hugo Sánchez reviró: --Soy un jugador moderno, fuerte e inteligente que sabe aprovechar al máximo sus cualidades. Lavolpe es un portero a la antigua y puedo anotarle cuantos goles quiera --alardeó. Tuvo razón: Atlante perdió por 3 goles a 2. Todas las anotaciones fueron de Sánchez y el 3ero fue un gol de tijera calificado de "soberbio" por la prensa. Lavolpe afirmó: --Los goles de Hugo fueron más motivados por la suerte que pos su capacidad....

El mejicano debuta como técnico de la selección Verde sucediendo a Lavolpe y en su primer partido pierde el “clásico” del norte por 2-0 ante el pobre seleccionado de los Estados Unidos.

El polémico “Huguito”

“Por el bien del futbol mexicano sería bueno que empezáramos a proyectarnos si es bueno que siga el director técnico que hay y que la selección clasifique y ya cuando lo haga agradecerle el trabajo que ha hecho”, indicó Sánchez Márquez.
Aclaró también que la calificación de México al Mundial “se deberá más a la calidad y al talento de los jugadores, estoy convencido que si se logra será por los futbolistas y los directivos, no por quien la dirige”.
Sánchez Márquez calificó al timonel argentino que comanda al Tri de “mala persona; conste que no estoy diciendo un extranjero, porque por ahí quieren manejar que yo ...estoy en contra de los foráneos, en absoluto, yo nunca he estado en contra de ellos, estoy en contra de las malas personas”.
Indicó que si él llega al conjunto nacional lo primero que hará será darle “un trato humilde y de personas a los jugadores” y además llevará a los más destacados, “en el Tri tenemos que estar los mejores, no los consentidos, porque muchos de los que están ahora no lo merecen”.
Afirmó que en el “Tri2 merece estar otro técnico y se apuntó para ocupar el puesto. “Y cuando la selección clasifique habrá que tomar las decisiones que se necesiten y ya saben cuales son, darle a los jugadores un trato humano que no reciben ahora, un trato personal y motivación”.
Para el técnico de los Pumas, Lavolpe, cuyo apellido no desea ni escuchar de voz de los reporteros a quienes asegura que si lo dicen tendrán mala suerte todo el 2005, es un “fracasado”.
Indicó que pese a que lleva varios años en el futbol mexicano no ha conseguido mas que un título de liga, “y eso fue ya hace mucho, creo que cuando Menotti ganó el mundial aquí en México”.


Hugo Sánchez mezcla la nostalgia y la fortaleza propias del carácter latino. En un campo de juego o dirigiendo desde el banco, transmite esa energía que nos caracteriza y le pone nombre a esa facultad de transitar la vida más allá de las piedras que se interpongan.

Sabemos que América Latina vibra con el fútbol casi todos los días de su complicada vida. Es a través del deporte que canaliza sus frustraciones, sus expectativas. Mira desde los barrios pobres, marginales, el éxito de los que un día fueron también perdedores, pero ahora, en fantásticas historias de goles, son los héroes, los personajes inalcanzables, algunos de los pocos vencedores en sociedades de fracasos cotidianos. Allí, dentro de la felicidad pequeñita que nos sabemos construir estará, entonces, el héroe azteca.








1 comentario:

Unknown dijo...

Les comparto mi poema, inspirado en . . .

EL MAS LINDO GOL

¡Qué plasticidad, . . . no tienes piedad!

Con bella pirueta,
el mundo respeta.
el nueve de atleta
de una camiseta.

Tu cuerpo perfecto
y enorme talento,
le dieron al fútbol
el más lindo gol.

Recuerdo el partido,
el estadio lleno,
minuto noveno,
Madrid atacando.

Un balón por aire,
el centro correcto,
ese Martín Vázquez
sí tiene intelecto.

La diste la espalda
al arco enemigo,
pegaste gran salto,
alzaste los pies.

Dos metros y medio
arriba del pasto,
la defensa solo
se quedó mirando.

Con botín izquierdo
hiciste contacto,
hubo exactitud
en tiempo y espacio.

Vuelo del portero
inútil, por cierto,
la bola girando
se metió angulada.

“Huguiña”, . . . faena,
la gente asombrada,
que te ovacionaba,
pañuelos blancos sacaba.

Se gritó tu nombre,
¡torero!, ¡torero!,
diste otra maroma,
fue tu puño al cielo.

En medio del campo,
con las manos juntas,
inclinas cabeza,
muy agradecido.

Al fin del encuentro,
el arquero Pérez
y el silbante Brito,
también te elogiaron . . .

Aquel día diez,
de ese mes de abril,
de mil novecientos
del ochenta y ocho.

La figura de Hugo,
del rey, Hugo Sánchez,
quedó para siempre
plasmada en mí mente.

Allá, en Logroñés,
nunca lo olvidéis,
tú anotaste “Hugol”
¡todo un Señor Gol!

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 12 de noviembre del 2006
Reg. SEP Indautor No. 03-2007-082112003600-14