Carles Puyol
Una gambeta la hace cualquiera
Todos amamos ver a los habilidosos, y los disfrutamos. Nos agarramos la
cabeza y sonreímos de manera picara cuando lo vemos a Messi pasar a cuatro
jugadores del Madrid para dejar a Casillas con la humillación final en el
Bernabeu, también nos llenamos los ojos con la elegancia y el tranco largo de
Cristiano Ronaldo que a cada festejo de gol nos recuerda “tranquilos, aca estoy
yo”.
Pero que sucede con otro tipo de jugadores? esos con mucha menos
habilidad, con menos capacidad para deslumbrarnos con alguna gambeta, esos que
corren detrás de los que tienen la pelota. Los llamamos rústicos, limitados,
aguerridos, puro corazón y tantos otros adjetivos con tal de no incluirlos
dentro de los que la llevan atada. Carles Puyol pertenece orgullosamente a este
segundo grupo de jugadores, especialmente dentro del subgénero de los
aguerridos.
Comenzó su carrera en un equipo de La Pobla de Segur, un pueblito de
pocos habitantes dentro de Catalunya y ya deslumbraba por su voluntad. Cuando
cumplió la edad suficiente para ir a La Masía (esa industria de cracks) se
preparo durante el verano anterior para estar a la altura, junto con el su
amigo Javi inicio esa pretemporada improvisada con el entrenador del equipo de
La Pobla. Cuenta la historia que Javi abandono el entrenamiento a la semana de
empezar porque no aguantaba el ritmo del “doble turno”, algo que Carles cumplió
al pie de la letra con tal de estar listo. Muchos no lo saben, pero Puyol jugo
en todas las posiciones antes de debutar en primera, créanlo o no fue
delantero, mediocampista central, defensor y hasta arquero. Toda su estadía en
La Masía la dedico a mejorar su técnica, condiciones físicas había.
Con Louis Van Gaal al frente del equipo le toco la hora del debut, con
21 años jugo por primera vez en el equipo como lateral derecho. Su melena
característica lo fue haciendo más visible para los amantes del futbol, como así
también su forma de jugar. Puyol mostraba fortaleza, velocidad y dedicación
para ir y volver en la banda derecha, la posición donde más cómodo se sintió.
Los medios se hacían eco de sus proezas defensivas, Carles paraba los ataques
como sea: barriéndose, con el hombro, con la cabeza o como fuera necesario, lo
ayudaba su velocidad y un poco de desfachatez.
Olvídense de la elegancia, las únicas jugadas con estas características
fueron un par de bicicletas seguidas y sus elegantes goles de cabeza, dos muy
recordados contra el Madrid y contra Alemania, donde se lo vio saltar como
nadie para impactar un frentazo directo a la red. El resto de jugadas denotaban
un sacrificio, un oficio para defender utilizando los recursos que sean y una
garra vista en muy pocos defensores.
Casi se va al Málaga, la dirigencia quería deshacerse del defensor ya
que no lo veían como una opción para el primer equipo, pero la negativa de Van
Gaal y la lesión de uno de sus compañeros lo devolvieron al campo de juego. Una
vez que Louis dejo el banquillo le toco el turno a otro Holandés, Frank
Rijkaard y ahí la historia fue distinta, su capacidad de liderazgo y la ventaja
de ser uno de los de la cantera le dieron a Puyol el brazalete de capitán, un
honor para cualquier jugador y más aun, para un catalán. Continuaron las
barridas, las tiradas de cabeza a la pelota y las lesiones, pero Puyol seguía como
referente. Cuando llego Guardiola su liderazgo se volvió más presente que
nunca, el novato entrenador y ex héroe del club volvía con la idea de refundar
un equipo alicaído y con la panza llena para convertirlo en una maquina de
ganar y una de las cosas que hizo fue encaminar su plantel hacia un “liderazgo
positivo” con jugadores como Xavi, Iniesta y también el propio Puyol a la
cabecera no solo con sus actuaciones sino con sus actitudes. Carles demostró un
comportamiento ejemplar en todo momento y reformulo su posición de lateral
derecho de la mano de Pep. Con Guardiola, el 5 Culé jugo en todas las
posiciones defensivas e integro una dupla infalible de centrales con su amigo y
pupilo Gerard Pique, esta pareja logro jugar 50 partidos juntos, prácticamente
un record.
Y que se puede decir de su físico? todos recuerdan las famosas mascaras
con las cuales protegió su tabique en los comienzos, o la luxación de hombro la
temporada pasada, una imagen que impresiono hasta los más duros, Puyol le puso
el cuerpo, literalmente, a su oficio de jugador. En sus casi 20 años de estadía
en Barcelona, el capitán sufrió 38 lesiones distintas, Prácticamente no existe
un área de su físico que no haya estado lesionada. Muchos pueden atribuir
algunas de esas afecciones a su estilo agresivamente desmedido, lo cierto es
que para el no había limites en el esfuerzo, llegaba primero al entrenamiento y
era uno de los últimos en retirarse, iba los días libres y se ha recuperado
antes del plazo establecido por los médicos del club.
Su personalidad es un párrafo aparte, muchos rivales lo han reconocido
como un autentico caballero, un jugador que peleara hasta el último minuto para
ganar, pero que después correrá a saludar a su rival de manera respetuosa.
Muchos no registraron este momento, pero cuando el Barcelona de Guardiola
estaba dándole una paliza al Madrid de Mourinho con un histórico 5 a 0, Gerard
Pique miraba a tribuna haciendo el gesto de la “manito” con sus cinco dedos al
aire y una sonrisa picara después del último gol, cuando Puyol vio esta escena
corrió desesperadamente a increpar a su compañero y amigo para pedirle que
deponga su actitud y se concentre en el partido. Así era él, jugaba hasta que
el silbato sonaba para indicar el final. Y hablando de finales, en Wembley, con
el partido ganado Guardiola decidió homenajear a su capitán haciéndolo entrar
al campo de juego para que pueda levantar la copa de la Champions League.
Terminado el partido el capitán decidió que no iba a ser él quien levante el
trofeo más importante de Europa, sino que ese honor le pertenecía a Eric
Abidal, jugador recientemente recuperado de un tumor y titular de esa final.
Camino al podio Carles busco al francés, le puso el brazalete y le dijo
“levanta la copa, este título es tuyo”.
Puyol anuncio esta semana que dejara el Barcelona, cancelando un futuro vínculo
con el club que lo comprometía por dos años mas, explico que necesita descansar
y que no sabe que hará en el futuro. Con esa noticia se termina un ciclo del
equipo, con un capitán y referente de plantilla criado en las mismas entrañas
del club catalán, podrá no ser habilidoso, podrá convertir pocos goles, no
saber gambetear, pero a un jugador como Carles yo lo quiero en mi equipo,
siempre, si total… para las gambetas están los habilidosos, pero para los
combates existen tipos como Puyol.
Leandro Gomez
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