Brasil 2-1 Colombia:
“El peso de la historia”
No venía jugando nada bien Brasil. De hecho en varias oportunidades hablamos de la
Neymardependencia. Todo lo contrario Colombia. EL equipo de José venía sólido,
firmé, ganando los partidos con mucha autoridad y si bien era visitante, podía
llegarse a pensar a un Colombia como favorito en el cruce de cuartos.
Nada de eso sucedió. Brasil Salió a jugar el partido con
mucha autoridad, determinación o lo que simplemente es una cuestión de actitud.
Lo presionó, lo arrinconó a su rival. Cortó los circuitos de juego cafeteros de
todas las maneras posibles con la parsimonia de un juez impresentable que dejó
pegar de más y recién sacó la primera amarilla en el segundo tiempo.
Brasil lo empezó ganando de arranque porque Sanchez nunca se
comprometió con la marca en una pelota parada y Thiago Silva entró solo por el
segundo palo para empujar la pelota al gol.
A partir de ese momento, sin hacer nada brillante, Brasil
generó sus mejores 45 minutos del mundial, sobre todo, con mucha actitud y
sacrificio. Oscar y Hulk colaboraban permanentemente con los laterales para
darles una mano y principalmente Hulk generaba mucho peligro por su sector.
Ospina se lo sacó dos veces y el primer tiempo se fue con la ventaja mínima.
Cuando nada pasaba y el partido entraba en una meseta, David
Luiz le pegó bárbaro a un tiro libre y estiró la diferencia a dos.
Parecia liquidado, pero Brasil se tiró atrás, regaló la
pelota como nunca en su historia y se dedicó solo a defenderse, tan atrás que
Colombia con mucho amor propio y mucha vergüenza lo encerró, descontó con el
penal de James y pudo empatarlo de arremetida. Pero era tarde. Colombia perdió
setenta minutos donde se sintió inferior a Brasil, donde no asumió la
responsabilidad de candidato que tenía antes del partido y se quedó en la
puerta de la gloria.
Brasil asumió su rol de local, de potencia mundial, de
pentacampeon. Le tiró la chapa al cafetero y lo ganó bien. Ahora sin Neymar
lesionado ni Thiago Silva suspendido, tiene la parada mas fiera de toda su
historia. Alemania lo espera tranquilo.
Alemania 1-0 Francia:
“Por una cabeza”
Alemania se sacó un duro rival de encima sin hacer un gran
partido, pero golpeando de entrada a un equipo que pudo haber empatado, pero
que careció de decisión para empatar el juego.
La pelota parada fue nuevamente decisiva. La cabeza de
Hummels, tras un gran centro de Kroos le dio la victoria al equipo de Loew que
no demostró todo su potencial pero le alcanzó para sacarse de encima a un rival
peligroso.
Pudo empatarlo Francia con Mattiudi, o con Benzema, pero así
como Argentina tiene a Messi, y Holanda tiene a Robben, Alemania tiene a Neuer,
probablemente uno de los tres mejores arqueros del mundo que cuando tuvo que
responder, lo hizo con solvencia.
Argentina 1-0
Bélgica: “24 años no son nada”
Ese tiempo tardó Argentina en volver a estar en semifinales
de una copa del mundo.
Con un muy buen trabajo defensivo, el equipo de Sabella
superó a Bélgica 1 a 0 y está entre los primeros cuatro del mundo.
Más que nunca fue el equipo de Sabella. El DT puso en cancha
a Demichelis por Fernandez, Bastanta por Rojo y Biglia por Gago. En todos
acertó. Si bien lo de Rojo fue por suspensión, la entrada de Basanta no
modificó el rendimiento por ese lateral. Biglia jugó un gran partido como rueda
de auxilio de Mascherano permanente y Demichelis le dio tranquilidad, orden,
paciencia y voz de mando, algo que Fernandez pareció nunca mostrar.
La selección arrancó algo dubitativa el partido con los
Belgas, pero en la primera llegada, Higuaín, de gran partido, sacó un derechazo
seco, lejos de Courtois, tras un rebote para darle la ventaja a la selección
albiceleste.
La lesión de Di Maria pareció complicar las cosas, pero
Sabella apostó por Enzo Perez. El ex Estudiantes le dio una mano a Zabaleta y
se acopló en ataque cada vez que pudo.
Argentina jugó un muy buen primer tiempo, sin demasiada
llegada, pero con la sensación de seguridad, de ser un equipo “confiable”, algo
que a esta altura es sumamente trascendente.
En el segundo tiempo poco cambió. El ritmo del partido fue
lento. Bélgica nunca explotó ni fue un rival peligroso porque ni Hazard ni De
Bryune se hicieron eje del equipo. La creación pasaba por Fellaini y por algún
pelotazo a Origi o en el segundo tiempo a Lukaku.
Con Messi inactivo y Di Maria lesionado, se agrandó la tarea
de Higuaín que generó peligro siempre.
Más allá del orden defensivo y de esa confiabilidad de la
que hablamos, Argentina regaló los últimos veinte minutos donde solo se dedicó
a defender sin la pelota, lo cual genera un riesgo inmenso. Por suerte para los
nuestros, los centrales nunca fallaron y tanto Garay como Demichelis tuvieron
un rendimiento superlativo, pero la jugada fue arriesgada.
Argentina está en semifinales. Ganó los cinco partidos y
ahora se choca con Holanda. Rival peligrosísimo, con un historial muy negativo
en copas del mundo. Solo una victoria en ocho juegos con cuatro derrotas. Pero
esa victoria no se olvidará nunca más. Ni ellos lo olvidaran ni nosotros
tampoco. Esa victoria valió un mundial, la del miércoles puede llegar a valer
otro.
Holanda 0-0 (4-3)
Costa Rica: “De la mano de Van Gaal”
Que injusticia hubiese sido que Costa Rica eliminara a
Holanda. Un equipo que tuvo un 70% de posesión de pelota, que dominó a su rival
de principio a fin, le metió cuatro tiros en los palos, le generó alrededor de
10 situaciones de gol, pero no pudo quebrar a Navas. Kelor fue gigante en este
mundial para llevar a la selección Tica a la instancia mas importante de su
historia.
Costa Rica, que ya había eliminado a Inglaterra, a Italia y
a Grecia, se vió ampliamente superada por una selección en busca de revancha.
Holanda había hecho todo para llegar a los 90 minutos con el
partido ganado, pero las manos de Navas lo llevaron al alargue y Costa Rica
aguantó el empate hasta los penales.
Robben y Sjeneider habían jugado un gran partido, generando
peligro constante, tiros en los palos y haciendo lucir al arquero rival.
Un minuto antes de la finalización del alargue, Van Gaal
puso al arquero suplente, Tim Krul, exclusivamente para los penales. Lo había
estudiado. Sabia donde pateaban los americanos y metió a un arquero
experimentado, trabajado para esas situaciones. Krul respondió. Atajó dos pero
adivinó todos. Las manos de Krul dejaron a Holanda en semifinales, pero
siempre, de la mano de Van Gaal.
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