La “No” Ciudad deportiva Boca Juniors
A principios de 1965 el
gobierno democrático del Dr. Illia con su vicepresidente Carlos Perette
(boquense de ley) le otorgó a Boca Juniors un sector en el Río de La Plata,
adyacente a la Costanera Sur, para que mediante relleno se construya una Ciudad
Deportiva de 40 hectáreas. El pujante y por momentos delirante presidente
boquense, Alberto J. Armando, definió el proyecto con una frase: Fe y Trabajo.
El proyecto contemplaba
un estadio con capacidad para 100.000 espectadores sentados,
distribuidos en 3 sectores: Plateas bajas, para 29.800 personas; 7.200 palcos, y la bandeja alta, con 63.000 butacas.
El artículo segundo de
la ley 16.575,
mediante la cual se le había concedido al club Boca Juniors cuarenta hectáreas a ganar al Rio de la Plata,
establecía que “el Club Atlético Boca Juniors debía destinar dicha
fracción para la construcción de los siguientes edificios e instalaciones: a)
un estadio con capacidad mínima para 140.000 espectadores;
b) sede social, c) canchas auxiliares de fútbol; d) canchas de
basquetbol; e) canchas de tenis; f) gimnasio; g) piletas de natación; h) pistas
de patinaje; i) zona de juegos para niños; j) espacios cubiertos para
espectáculos deportivos y artísticos; k) Pistas de atletismo; l)alojamiento en
número adecuado para concentración de los deportistas en los grandes torneos”.
El “Puma” declaraba que
cuando el primer camión volcó su contenido de tierra y escombros siendo éstos
devorados por el río, los presentes lo miraron con cara de "Armando está
loco", pero la obra comenzó a crecer con prisa y sin pausa acompañada por
el éxito deportivo a nivel local del equipo de fútbol. Estudiosos en el tema
hoy en día, afirman que el proyecto fue una viveza en la que se usó a Boca como
entidad civil para obtener costosos terrenos y construir allí un suntuoso
barrio. Cosa que mirando hoy en día, reafirmaría esa teoría.
Mientras el sueño de la obra empezaba, el
tercer bicampeonato de Boca llegó con la obtención de los torneos de 1964 y
1965, que tuvieron sabores bien distintos. En el primero, Boca se hizo fuerte
en la defensa y mantuvo el cero en su arco en 19 de los 30 partidos. Le sacó
cinco puntos de ventaja a Independiente y se coronó ante River en la Bombonera.
En 1965, Boca tuvo una remontada
espectacular y en las últimas fechas se dio una singular mano a mano con River,
que llegó a la Bombonera con ventaja en la antepenúltima fecha. Un gol de
Artime ponía a la visita ahí nomás del título. Pero Pianetti y Menéndez dieron
vuelta la historia. La punta quedó en manos de Boca, que festejó
Alfredo
Rojas fue el goleador con 16 goles mientras que el “Tanque” Rojas hizo 14 y
Pianetti finalizó con 12 goles. Ganó 19, empató 12 y perdió solo tres
(Platense, Ferro y San Lorenzo)
Un
año más tarde, en 1966, Racing se coronó campeón con el famoso invicto de los
39 partidos.
Boca
salió tercero con un plantel que se desgastó entre la Copa Libertadores y el
Mundial (Roma, Marzolini, Rattin, Simeone, Alfredo Rojas y Gonzalez).
En
la Copa Libertadores, quedó eliminado en semifinales tras caer
sorprendentemente con Guaraní. River
jugaría la famosa final que perdió con Peñarol tras ir ganando 2 a 0 (Fue 4 a
2)
Fue
el último año donde se jugó torneo largo, a partir de ahí, el fútbol argentino
se dividió entre Metropolitano (para los afiliados directamente a AFA) y
Nacional para los 12 mejores del Metro y
cuatro equipos del interior.
Continuando con la evolución,
lo que no se decía al principio, comenzó a gestarse en el tiempo.
Mientras avanzaba el relleno
y la construcción de la confitería con pileta, canchas de tenis, piletas de
natación, canchas de todos los deportes, anfiteatro, fuentes ornamentales,
autocine, parque de diversiones, sectores de recreación y camping, el
presidente se envalentonaba y anunciaba la construcción de una torre gigante
con confitería giratoria en la cumbre (creo que es la que finalmente se instaló
en el Parque de la Ciudad) y un gran estadio para 150.000 personas en la isla 7
que sería inaugurado el 25 de mayo de 1975 a las 11 horas.
Para financiar la obra se vendían bonos o títulos pro-patrimoniales que daban categoría de Socio Patrimonial para el uso de las instalaciones.
Para financiar la obra se vendían bonos o títulos pro-patrimoniales que daban categoría de Socio Patrimonial para el uso de las instalaciones.
El presidente mientras tanto
hacía anuncios a veces estrafalarios como que se iba a colocar la bandera de
Boca en la Luna o que recorrería en persona los días de partido las tribunas
sociales vendiendo artículos y chucherías xeneizes para recaudar fondos. Cuando
Argentina fue designada organizadora del Mundial 78 dijo que el gran estadio
iba a ser la sede principal.
Continuando
con lo futbolístico, en 1967 se produjo un acontecimiento no visto
anteriormente. El título lo logró un equipo de los denominados chicos.
Estudiantes fue campeón del torneo mientras que Boca finalizó en el cuarto
lugar luego de un torneo muy flojo y una campaña frustrante en la zona “A”. Se
fueron del club Menotti, Silvero y Sacchi.
En
el torneo Nacional, Boca quedó lejos de Independiente sufriendo inclusive la
primera derrota de un equipo porteño ante uno del interior en Buenos Aires,
perdió 2 a 1 con Central Córdoba de Santiago del Estero. Lo único destacado fue
una victoria 1 a 0 ante River en el Monumental.
En
el metropolitano de 1968, San Lorenzo se consagró campeón de forma invicta y
Boca cumplió su peor actuación en mucho tiempo. Salió quinto en la zona “A” a
trece puntos del equipos de Boedo. La campaña fue malísima y con una pobreza
ofensiva llamativa. Solo 15 goles a favor , siendo la peor delantera de la zona
con 13 empates de los cuales 8 fueron sin goles. El 23 de junio, tras empatar con
River en el monumental, se produjo la peor tragedia del fútbol argentino,
murieron 71 personas al intentar salir del estadio (la famosa puerta 12).
En
el Nacional del 68, Velez, River y Racing igualaron en el primer lugar y
debieron jugar un desempate en la cancha de San Lorenzo que consagró por
primera vez al equipo de Liniers. Boca jugó un gran torneo, recibió solo siete
goles en quince partidos y terminó a un solo punto de los tres líderes. Le sacó
el invicto a San Lorenzo que traia del Metro del año anterior y derrotó a River
3 a 1.
El
Metro del 69 consagró a Chacarita por
primera y única vez en su
historia. El equipo de San Martin le ganó en un desempate a River por 4 a 1 en
cancha de Racing. En el torneo se
jugaron dos zonas, Boca terminó empatado con Chacarita con los mismos puntos
pero lo superó por goles. River fue segundo del otro grupo y se cruzaron en
semifinales. El partido terminó 0 a 0 pero Boca quedó eliminado por tener un
gol a favor menos que los de Nuñez en la etapa inicial. La defensa volvió a
tener una gran tarea con solo 11 goles en contra en 23 partidos, pero el
déficit estuvo adelante, prueba de ello, Suñe, mediocampista central fue el
goleador con seis goles. El entrenador fue Alfredo Distefano y Roma estuvo 782
minutos sin recibir goles, record que duró varios años.
Una de las empresas
constructoras que trabajaría en la obra se llamaba Christiani & Nielsen y
financiaba también el Banco Holandés Unido del cual Armando era mandatario.
El decreto original aclaraba que si no se completaban las obras todo pasaba a poder de la Municipalidad de Buenos Aires.
Los éxitos deportivos locales seguían y el otro sueño de Armando, la Libertadores que afianzaría al club a nivel mundial, no se concretaba. Mientras tanto, todo lo que no era el estadio se iba completando y funcionaba a pleno.
El decreto original aclaraba que si no se completaban las obras todo pasaba a poder de la Municipalidad de Buenos Aires.
Los éxitos deportivos locales seguían y el otro sueño de Armando, la Libertadores que afianzaría al club a nivel mundial, no se concretaba. Mientras tanto, todo lo que no era el estadio se iba completando y funcionaba a pleno.
Luego
de cuatro años de sequia, Boca volvió a salir campeón en el Nacional del 69
dando la vuelta en el monumental tras haber empatado con River 2 a 2.
Nuevamente el equipo tuvo una gran tarea defensiva pero armó un gran equipo con
Mané Ponce, Medina, Novello, Madurga, Rojitas y Peña, uno de los más destacados
del profesionalismo.
Ese
año, La AFA creó la Copa Argentina, Boca le ganó la final a Atlanta. El ganador
entraba a la Recopa Sudamericana (Nuevo torneo de la confederación
Sudamericana). Al ser campeón del torneo Nacional, Boca ingresó directo a la
Libertadores y Atlanta clasificó a la Recopa.
La
edición del 70 de esta Copa no finalizó.
Velez y San Lorenzo empataron 2 a 2
y no hubo revancha.
En
el 70 se volvió a jugar el Metropolitano más corto aún con 21 equipos todos
contra todos. El campeón fue Independiente por haber convertido un gol más que
River, que lo igualó en puntos y fue subcampeón por cuarta vez. Boca quedó
cuarto a dos puntos. Rattin se retiró luego de 15 años en el club y Jose
Silvero reemplazó a Distefano en el banco de suplentes.
El
Nacional del 70 quedó nuevamente en la ribera. Boca le ganó la final a Central
2 a 1 en el Monumental con dos goles de Angel clemente Rojas.
En
la Libertadores, Boca pasó a segunda fase sin problemas luego de ganar el grupo
que compartía con River, pero quedó eliminado en la segunda fase. Estudiantes se consagró campeón por tercera
vez consecutiva.
En 1970 un milico fanático y
entusiasta de Boca, Alejandro Lanusse, asumió el gobierno militar que ya venía
de dos fracasos desde 1966 y apoyó el sueño de Armando, quien en una ceremonia
hecha el 25 de mayo de 1972 colocó en su presencia, la piedra fundamental del
gran estadio. La obra sería financiada con series de rifas gigantes denominadas
Cruzada de las Estrellas y Cruzada de Oro, más la venta de plateas en la nueva
cancha.
Algunos pesimistas hablaban de la imposibilidad de construir semejante mole en flojos terrenos recién ganados al río. Estábamos en 1972 y Armando todas las semanas iba contando a cuanto micrófono se le cruzara la cantidad de pilotes colocados alrededor de la isla 7 para continuar la obra.
Algunos pesimistas hablaban de la imposibilidad de construir semejante mole en flojos terrenos recién ganados al río. Estábamos en 1972 y Armando todas las semanas iba contando a cuanto micrófono se le cruzara la cantidad de pilotes colocados alrededor de la isla 7 para continuar la obra.
En
lo deportivo, no fue un buen año. El Metropolitano del 71 dejó a Boca en 8vo
lugar con 36 puntos en la misma cantidad de partidos. Fue un torneo de
transición, mucho recambio, sin figuras y con la saludable aparición de Osvaldo
Potente y Enzo Ferrero. Independiente fue campeón.
El
Nacional del 71 coronó a Rosario Central siendo este el primer campeón del
interior. Boca jugó en la zona “B” logrando 20 puntos en 14 partidos pero se
quedó afuera de la ronda final porque San Lorenzo terminó con mejor diferencia
de gol beneficiado por la no presentación de
Huracán de Bahía Blanca en la Bombonera. A boca se le dio ganado el
partido solo 1 a 0 cuando el equipo bahiense tenía un promedio de cuatro goles
en contra por partido.
En
la copa el equipo sufrió una escandalosa eliminación tras una gresca generalizada
con los jugadores de Sporting Cristal. Hubo 23 expulsados y a ambos equipos les
dieron por perdidos sus partidos.
Suñe
recibió un año y medio de suspensión, Rogel un año y cuatro meses, y más, pero
una admistía habilitó a todos para seguir jugando meses después.
En
el 72 San Lorenzo ganó el Metropolitano y Nacional. Boca tuvo un comienzo
arrollador con goleada a River incluida pero a partir de la fecha 11, el equipo
tuvo una caída sin atenuantes. Fue la última temporada de Antonio Roma en el
arco.
En
el Nacional el equipo llegó a semifinales luego de un gran torneo pero quedó
eliminado con River tras perder 5 a 4 en un recordado partido. San Lorenzo
derrotó en la final al millonario. Fue el último torneo de Marzolini en la
primera del club.
A nivel político la presión
de Perón desde España y su fiel pueblo argentino forzaron a Lanusse a dar una
salida democrática para 1973, levantando 18 años de proscripción al viejo
líder. Entonces Armando, de antigua militancia peronista, abandonó su pasado y
apoyó al candidato de Lanusse, otro milico que sacó muy pocos votos, Ezequiel
Martinez.
El triunfo aplastante fue
del candidato puesto por Perón, el Dr. Cámpora, que gobernó sólo unos meses
hasta que en otra elección, el Gral. Perón ahora sí llegaba otra vez a la
presidencia. Los momentos políticos fueron agitadísimos. Se giró rápidamente de
la izquierda de Cámpora a la derecha facista del peronismo con López Rega de
genio dominante.
Volviendo
al fútbol, en el Metropolitano del 73, Boca dirigido por Rogelio Domínguez
terminó como subcampeón luego de que el Huracán de Menotti arrasara. Llegaron
al club Pernía y el “Chino” Benitez.
En
el Nacional Boca quedó quinto en su zona tras perder muchos puntos con equipos
de os denominados chicos. Central fue campeón de dicho torneo.
El
Metro del 74 fue el turno de Newells. Boca arrancó de gran manera goleando a
River 5 a 1 con cuatro goles de García Cambón, inclusive goleó 6 a 0 a San
Lorenzo. Terminó segundo en la zona “B” pero increíblemente se cayó a pedazos
en la segunda ronda.
El
Nacional de ese mismo año se lo llevó San Lorenzo. Luego del mundial de
Alemania, 36 equipos jugador el torneo. Boca arrancó la primera fase con
grandes goleadas pero cayó en las finales terminado 7mo de 8 equipos.
Mientras el equipo no rendía como se lo esperaba ese
año, el terrorismo ya había comenzado a tomar cada vez más coraje y jaqueba a
los gobiernos, había inseguridad social y por primera vez luego de la muerte de
Perón, se conoció la hiperinflación. Todo este cóctel más algún problema personal
no resuelto entre Armando y López Rega, le firmaron el certificado de defunción
al gran estadio, que para ese entonces apenas contaba con una tribunita de 30
metros y 8 escalones en el solar de la isla 7.
Algunos allegados cuentan que el 25 de mayo de 1975 fue un día muy traumático para Armando. Con el transcurso del tiempo la estructura de la Ciudad Deportiva fue decayendo jugándole muy en contra la costumbre ridícula de los gobernantes de hacer dificultoso el acceso a las zonas ribereñas, hecho notorio aún hoy en día en Buenos Aires, una ciudad de espaldas al río.
Falta de presupuesto y mantenimiento hicieron el proceso inverso rápidamente: yuyos, óxido, degradación y abandono.
Algunos allegados cuentan que el 25 de mayo de 1975 fue un día muy traumático para Armando. Con el transcurso del tiempo la estructura de la Ciudad Deportiva fue decayendo jugándole muy en contra la costumbre ridícula de los gobernantes de hacer dificultoso el acceso a las zonas ribereñas, hecho notorio aún hoy en día en Buenos Aires, una ciudad de espaldas al río.
Falta de presupuesto y mantenimiento hicieron el proceso inverso rápidamente: yuyos, óxido, degradación y abandono.
Encima,
el Metropolitano del 75 coronó a River luego de 18 años de sequia con algunos
subcampeonatos incluidos. Boca hizo un buen torneo, tuvo la delantera mas
goleadora con 80 goles y llegó a
permanecer invicto durante 19 fechas para descontarle trece puntos al líder y
quedar a solo tres, pero no le alcanzó. En el Nacional del mismo año, River
volvió a coronarse y Boca quedó 4to en el grupo “B” con una campaña muy
irregular. Fue el final del ciclo de Dominguez en el banco, un ciclo con
grandes goleadas y con actuaciones de altísimo nivel, pero sin títulos.
Armando lograría muy rápido
en 1976 borrar sus penas cuando el equipo de fútbol del “Toto” Lorenzo le dio
sus alegrías pendientes: bicampeonato con final victoriosa frente a River, dos
Libertadores y la Intercontinental.
El
77 fue el año internacional del equipo. Boca se consagró campeón por primera
vez en su historia de la Copa Libertadores tras derrotar por penales al
Cruzeiro en la tercera final. El equipo mostró una dura defensa, estuvo ocho
partidos sin recibir goles y recién perdió en la segunda final.
Como
frutilla del postre, el equipo fue campeón del mundo. Debía jugar la final con
el Liverpool, pero este acuso “problemas de calendario” y su lugar fue cubierto
por el Borussia, Moenchengladblach, vicecampeón europeo. La ida en Bs As fue 2
a 2 y el sueño parecía imposible, pero Boca ganó 3 a 0 en Alemania y se coronó.
Paralelamente ya con la
Junta Militar de Videla en el poder se construyeron las autopistas y el
material de las demoliciones se volcó al río en la zona aledaña a la Ciudad
Deportiva, eliminando de esa manera el fabuloso balneario de la Costanera Sur y
convirtiéndose en otro atentado al Río de La Plata. Con el tiempo esos cascotes
darían lugar naturalmente a la formación de la hoy llamada Reserva Ecológica.
En 1979 el intendente de
facto Cacciatore, a pesar de que Boca Juniors había caído en incumplimiento, le
amplió el plazo de ejecución de la obra y lo liberó de la obligación de
construir el estadio. En 1978 visité las instalaciones decadentes de la Ciudad
Deportiva y logré un permiso para ingresar a los terrenos del que iba a ser el
estadio. El panorama era: una gran olla con la tribunita de 8 escalones por 30
metros, y el tétrico alrededor de yuyos muy altos tapando topadoras abandonadas
y docenas de perros vagabundos.
Para 1982 Cacciatore dio por
finalizadas las obras y le asignó a Boca la posesión definitiva. Se habían
rellenado 60 hectáreas, 20 más de lo previsto.
Durante la década del 80 se le alquiló la isla con la confitería a la Cámara de Comercio Argentino Soviética que instaló un centro de exposición permanente de productos exportados de URSS hacia Argentina. En época menemista, algunas leyes del Congreso más decretos presidenciales y comunales, le ampliaron a Boca la facultad para subdividir los terrenos y enajenarlos (venderlos).
Durante la década del 80 se le alquiló la isla con la confitería a la Cámara de Comercio Argentino Soviética que instaló un centro de exposición permanente de productos exportados de URSS hacia Argentina. En época menemista, algunas leyes del Congreso más decretos presidenciales y comunales, le ampliaron a Boca la facultad para subdividir los terrenos y enajenarlos (venderlos).
Para 1992 el gobierno
boquense de Alegre y Heller vendió la Ciudad Deportiva en una suma muy alta
para usar los fondos en obras del sector Casa Amarilla.
El sueño de Armando se
desvaneció y se transformó en la cruel realidad. El ambicioso proyecto de la
ciudad deportiva más que un sueño fue una pesadilla.
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