miércoles, 12 de marzo de 2014

Los egos se comen a boca .





Apelando a mi memoria, desde la salida de Ischia a mediados de 2009 (Y sin contar los interinatos de Pompei y Alves), Basile, Borghi y Falcioni fueron sometidos directa o indirectamente a críticas internas por parte de los protagonistas. Recuerdos las frases: “Este tipo está loco, como Boca va a jugar con línea de 3” o “es un equipo muy defensivo, no juega nada bien”.

Con la llegada de Bianchi, se pensó que el vestuario iba a estar controlado por el entrenador mas ganador de la historia del club, pero una serie de malos resultados, una campaña de descenso y un clima interno caliente, dejaron al club en “Boca de todos”.

Ni Bianchi se salvó. “No sabemos porque nos hacen entrenar tanto cuando tuvimos tantas lesiones” o el “No sabemos a que jugamos” se escuchó de la boca de más de uno.

 En todo este período, desde la llegada de Basile el 1-7-2009 al día de hoy, pasaron nueve torneos. Boca ganó uno solo, con Falcioni en el banco.  Demasiado poco para uno de los equipos más grandes de Sudamérica. Y en el medio, críticas internas, climas hostiles, jugadores que declaran cuando se van (Caruzzo, Ervitti, Blandi en los últimos días) hablando pestes del vestuario xeneize.

Pablo Ledesma, jugador mediopelo, al cual no se lo recordará por nada de lo que ha mostrado en un campo de juego, salió a acusar a los periodistas de mentirosos en una conferencia de prensa que no le correspondía (el que estaba citado para la misma era Trípodi). ¿Enviado por alguien.? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que acusando a los periodistas, ventiló una interna que existe y que viene, por lo menos, desde la asunción de Falcioni.

Omitiendo nombrar al jugador que “alcahuetea a la prensa” dijo que de los cuatro referentes de la época dl “Emperador”, tres no habían hablado con nadie y los nombró (él, Rivero y Riquelme), dejando al descubierto que el jugador que ventila todo lo que pasa a la prensa es Orión.

Orión es el único referente que queda de la época de Falcioni. Traído por JC, querido por el hincha, Agustín se transformó en líder del grupo junto con jugadores que pensaban como él, como Silva, Somoza, Acosta, Caruzzo, y Ervitti pero que por diferentes motivos tuvieron que dejar el club.

Ledesma cometió dos errores graves. El primero es dar a conocer al público que hay problemas graves internos y en segundo lugar, no solucionar esos problemas dentro del vestuario, como debería ser.




Horas más tarde, Riquelme, capitán del equipo,  dio una conferencia de prensa que no estaba prevista y pedida por el plantel para aclarar la situación. Nueva contradicción: Si no pasó nada, ¿Por qué salen a hablar?

En esa conferencia de prensa improvisada, pero con un Riquelme como único orador con su habitual elegancia para declarar y dejar mal parador a quién quiere, el 10 nuevamente acusó a la prensa de mentirosos y los desafió a mostrar evidencias de lo sucedido, sabiéndose Román que el periodista jamás revelará la fuente.  Bianchi, acompañando al capitán no dirigió ni palabra y se quedó sentadito al lado del volante como alumno que escucha al maestro (aunque debería ser al revés).

Este  plantel ya se comió tres entrenadores y Bianchi parece no poder controlar un vestuario que está en llamas y que ya le perdió el respeto ganado con su trayectoria.

Asombra por otro lado el misterioso silencio de los dirigentes, principalmente de Angelici que harto de la situación, espera ansioso la llegada del mes de Junio para hacer una limpieza profunda de jugadores que no son de su agrado.

Mientras tanto, el que sufre es el hincha, el que está presente siempre, sin importar quién sea el entrenador, el 9 o el presidente. El que sufre cuando su equipo pierde, el que paga su cuota pesito a pesito para estar presente el domingo alentando al club de sus amores, el que no necesita “aumentar” su ego para saber, que Boca, está por encima de todos los nombres que puedan existir, aunque algunos les hayan hecho creer, que la historia, es otra.

1 comentario:

nacho dijo...

Muy buen informe...